1/10/07

Urrechu

Iñigo Pérez es lo que, en términos coloquiales, podríamos llamar un cocinero famoso, seguro que todos recordáis su “hola familia” en programas televisivos. Una mezcla entre Ramón García y Arguiñano, que esconde detrás de esta imagen a un cocinero de primer nivel. Formado en la escuela de Martín Berasategui –quizá uno de los mejores profesores de cocineros que haya hoy en día en España- y con una trayectoria que incluye El Amparo –hoy franquiciado y decaído- y el Fogón de Zeín. Este último, uno de los locales de Madrid que no conozco y de los que tengo las mejores referencias (creo que Iñigo sigue participando, no sé con si con tareas o con dineros).

Con el GPS bien afilado, me acerco a su Urrechu de Somosaguas. El ambiente en domingo es extraño, en mitad de una zona arbolada, en un centro comercial que huele a antiguo y en el que todas las tiendas están cerradas por ser festivo. Allí se concentra una buena porción de la gente nativa de la privilegiada urbanización que lo rodea, casi toda en la barra de la planta de abajo.
Enfrente de la barra, aparece un atril donde se muestran chacinas que a primera vista parecen de calidad –el lomo sobre todo- y unos platos de tomate rallado que desde lejos se asemejan a pequeñas esferificaciones de caviar rojo. Los tienen esperando a su jamón o a su ventresca.

Jesús del Saz es el jefe de sala, es extremadamente delicado en el trato y está muy pendiente de lo que sucede en la sala. No era día de medir la calidad del servicio, con el local al 50% de su ocupación en su planta superior, fue éste, en cualquier caso, atento y profesional. La carta de vinos está estupendamente elegida, casi siempre botellas por encima de los 25 euros, en demasiados casos con cargo excesivo sobre el precio en bodega –como ejemplo 25 euros más o menos por un Muga Crianza del 2003, un vino a 10 euros en tienda. La parte madrileña de la carta, más comedida.

Se pueden pedir medias raciones (nosotros lo hicimos con las tres entradas), que como los segundos platos fueron muy abundantes. Tras el aperitivo de tartar de atún con brotes de soja, acompañado de un chupito de crema de guisantes con buen sabor a huerta, empezamos con un plato de ventresca -7,63€- y ese tomate del que había hablado antes. Inhabitual por sabroso el tomate y buena ventresca horneada en el restaurante y no de lata . Tan sencillo y tan agradable que no dejé ni un poquito en el plato. Yo lo hubiese acompañado de un aceite con más personalidad y no tan afrutado y suave (aunque sin duda, de buena calidad).

Seguimos con un ragú de cigalas con espárragos verdes, alcachofas y garbanzos fritos con olivas negras -10,25€-. A pesar de que a primera vista pareciera que hay demasiadas cosas en el plato, el total funciona. La crema de garbanzos, sensacional, se apodera del plato, completando a una cigala pequeñita, en un conjunto bien equilibrado por la alcachofa. En mi opinión, el mejor plato de la comida.

Como tercera media ración, pedimos un salteado de setas -10,50€- que incluía boletus y rebozuelos. Con las setas perfectamente limpias, hay veces que no hay que darle más vueltas al tema, excepto tres o cuatro en la sartén con aceite. Se acompañaban con un huevo en el que la yema rebozada se presentaba encima de la clara. Buen fondo de armario.

Rodaballo a la plancha con unos ravioli de changurro donde láminas de pulpo hacían las veces de envoltura -25,50 €-. El rodaballo fresco, bien de punto y de porte señorial, quizá no con todo el sabor de las mejores piezas (no me parece que esté en el debe del restaurante). Los ravioli de pulpo y changurro estaba buenísimos. Dos conclusiones: El pulpo si es de calidad da mucho juego y el changurro está muy rico aquí (en algún otro plato es el protagonista).

Estupendo el arroz con bogavante -23,50 €-, plato maltratado sin descanso por los restaurantes españoles –en algunos casos da vergüenza ajena. Me pareció que el arroz estaba hecho con caldo de cocer el pulpo y quizá algo del marisco, meloso y tan rico como para no dejar ni un grano, excepto porque la ración es enorme. El bogavante a la plancha y bien de punto, completa un plato que parece diseñado con la escuadra y el cartabón.

Por fin, una torrija bien empapada, con helado y crema de café -5,50 €-(de las mejores que recuerdo, buen café) y un soufflé de chocolate -8,25 €-, el famoso postre de Michel Bras-, como postres, donde el cocinero se muestra más clásico en sus planteamientos. El restaurante obsequia con unos petit fours que vinieron a la mesa incluso aunque no pedimos café –qué buen detalle-.

Disfruté mucho en el Urrechu, solidez, buen y abundante producto, precios en la media madrileña, ideas claras y amabilidad. Se trata del heredero de El Amparo de finales del siglo pasado; eso es decir mucho.

Puntuación: 7,5
Emoción: 7,75

Restaurante Urrechu
Centro Comercial Zoco de Pozuelo
C/ Barlovento, 1
Somosaguas. Madrid.
Teléfono: 91 715 75 59

Nota: Los precios de las tres entradas se refieren a medias raciones, la foto de la ventresca con tomate, está hecha sobre la ración ya servida en mi plato, por tanto, un cuarto de ración.

Actualización: Me comentan más abajo que el Fogón de Zeín está cerrado desde hace un par de años. Por tanto difícil de conocer a estas alturas.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Ligasalsas, El Fogón de Zein cerró hace 2 años...

Anónimo dijo...

Ligasalsas, El Fogón de Zein cerró hace 2 años...

Carlos dijo...

Ostras qué pena, no lo sabía. Una pena, mira que me habían hablado bien del sitio.

Anónimo dijo...

Buen sitio el Urrechu, algo caro, con un vino decente la cuenta suele llegar a los 60 eur.
La barra de entrada está bastante bien para tapear , el problema es que parece que todo el mundo se conoce y,lo que es peor, que te miran con cara de exigir que tu tambien les conozcas,¡¡Oh insignificante mortal!!

Anónimo dijo...

Recuerdo el plato de setas con huevo. No teniendo gran afición por ellas, consiguieron que no dejara ni rastro, y además es una gozada cuando rompes la yema y se desparrama sobre las setas...

Reconozco que sólo he estado un par de veces (vivo un poco lejos de Pozuelo), pero siempre he salido muy satisfecho, tanto por la comida, como por el trato amable.

A mi modo de ver, un gran sitio.

Anónimo dijo...

Interesante. ¿Por qué será que la mayoría de cocineros "modernos" elaboran las legumbres en forma de puré o crema?, como si se tratara de un mero complemento. Creo que hay algo de frustración en ello y aprecio los que se atreven a crear buenos platos con los garbanzos, alubias y lentejas en su formato original.

Carlos dijo...

No se me había ocurrido pensarlo Encantadisimo, pero tienes razón. Igual situación sucede con la fruta, son cada vez más comunes los purés de frutas en los platos salados. En cualquier caso, este plato era fantástico, según lo probamos los dos pensamos lo mismo, ¡qué de posibilidades!.

Yerga, yo debo tener síndrome de Estocolmo, pero la cosa es que empiezo a pensar que 60 euros es un precio razonable en Madrid. Las medias a unos 10 euros y los segundos a veintitantos no me dolieron. El Remelluri Reserva del 2001 a 28 euros sí. Eso sí, estaba sensacional. El personal... pues eso, vecinos unos de otros y residentes en Somosaguas.

Wombat, ese fue el plato que menos me convenció, quizá porque fue el tercero y probablemente un exceso de comida, pero la yema es siempre un punto. La mejor de las salsas.

Palomares dijo...

Apunto para ir antes de que lo cierren. Además si ponen el suflé de chocolate es visita obligada :-)

Anónimo dijo...

Muy buena crítica, Ligasalsas. Me ha gustado en especial el recorrido que he hecho por los restaurantes en tu blog. elcielodelaboca.blogspot.com

Anónimo dijo...

Este restaurante lo van a cerrar??

Yo lo apunto por si acaso..

Este cocinero es el que cada vez que hace un comentario, aunque sea para decir qué día es hoy, siempre suelta una carcajada peculiar??

Saludos
Nuff said

Carlos dijo...

Nuff, ese mismo. El Urrechu no cierra, les va estupendamente y merece la pena una visita.

José Antonio, este souffle es digno del proyecto chocolatísimo, está bien rico, utilizan buen chocolate estos chicos y no se les hunde como a mí últimamente.

Anónimo, gracias por pasarte, me ha encantado en tu escala de valoración de los restaurantes el "yo lo hago mejor" :).

Palomares dijo...

No, lo de que iban a cerrar era broma por el post anterior, que yo también iba a visitar... y ha cerrado.

Ligasalsas, estás en todo; lo del Proyecto Chocolatísimo era una sorpresa, a ver si lo pongo definitivamente en marcha este fin de semana, que ya tengo material para cinco o seis posts por lo menos.

Anónimo dijo...

Pues llevas razón Ligasalsas, es más un comentario de mi memoria que de los precios actuales,... exceptuando los vinos.

Anónimo dijo...

Es una mierda para los que somos del sur que todos los buenos y famosos restaurantes estén en el norte. Además de lo que cuesta el hotel, la gasolina y el cubierto, paliza de coche. No es justo. elcielodelaboca.blogspot.com

Carlos dijo...

Hombre Anónimo, justo ahora en la Comunidad Valenciana estáis muy bien servidos, probablemente la zona con más restaurantes jóvenes interesantes -con Galicia-.

Anónimo dijo...

A ver, dame nombres que investigue. Sergi. elcielodelaboca.blogspot.com

Carlos dijo...

Sergi, en la Comunidad Valenciana, Arrop, Ca Sento, Riff, La Sucursal, algunos más jóvenes otros menos, pero todos buenos.

En Murcia está Las Cocinas del Bulevar, no lo conozco pero hablan mucho y bien de él.

Anónimo dijo...

Que me maten los mengues!!! Las cocinas del bulevar?? Es la primera vez que lo oigo. Esta misma noche hago los preguntados correspondientes. Gracias. Sergio.

Anónimo dijo...

Quedé del todo decepcionada con el Urrechu. Mi boda fue Petit Comité y decidí celebarla aquí (en buena hora!!). Fuimos antes a cenar un día para ver qué tal y el maitre (Jesús) nos anotó fecha y hora para tal evento enseñándonos un saloncito privado que es justo lo que buscábamos. Después de ese día hablé con el 3 veces por teléfono para cerrar el menú y recodándole siempre que queríamos el salón privado. Pues bien, llego el día de mi boda y al maitre (por llamarle de alguna manera ya que tal título le viene grande) se le había pasado lo de "privado" y nos sentó en una mesa cualquiera (menos mal que había una). En fin, un desastre. Entrelos entrantes y segundos podías tejer 7 bufandas. Luego, para compensar su equivocación, ¿cómo se puede compensar eso? ¿casándome otra ves? nos dice que nos invita a los postres (intentando sacar lo que él quería, no a la carta) y para remate, cuando reviso la factura, nos intentó "colar" dos platos de más de kokotxas. ¿Qué quereis que os diga? Jamás volveré y los que me conocen jamás irán.

Carlos dijo...

Lo siento mucho anónima. Yo he contado mi experiencia tal cuál la tuve, vamos, que no conocía a nadie en el restaurante y sí me sentí bien tratado.

Sé que Iñigo le pone mucho cariño al tema, pero supongo que un descuido así es imperdonable y te puede hacer polvo una boda.