29/10/07

El aperitivo de los domingos

Las mañanas de los domingos del otoño y del invierno son el preludio en mi casa, de una fiesta gastronómica. Quizá un pollo de corral guisado, quizá un cocido de carnes de cerdo desaladas, morcillo tierno como la mantequilla y chorizos magros con abundante pimentón, puede que una paella o carne mechada, con suerte y si es un día de fiesta habrá morteruelo o caldereta de cordero. Guisos de los que bullen despacio durante una mañana, guisos sabrosos que se completan con buen pan y abundante vino y con suerte con algún postre; piononos, milhojas de nata o tarta portuguesa: la de las galletas María con la crema pastelera y el chocolate, esa tarta que debe uno mamar en el útero porque sabe a otras vidas.

Tiene el aperitivo del domingo en mi casa, el aroma de la tradición de los años 70, cuando el lujo nunca fue comer fuera de casa –no se contemplaba la posibilidad-, sino más bien el paseo después de la misa, que se acompañaba con esa caña, o el arroz guisadito con abundante Avecrem, mal llamado paella, que recién salido de la cocina, con cucharillas tambaleantes en el platillo sobre el que se servía, sabía –y sabe- a gloria. Me he vuelto poco partidario de los bares, en Madrid son cada vez más vulgares los aperitivos que se sirven, ni pagando, ni sin pagar. Así que con un poquito de trabajo, prefiero montar la fiesta en casa.

El aperitivo no es algo baladí, es cosa de la evolución, como lo es la penicilina, o tener dos piernas y no una. De otra manera, uno atacaría con excesiva ansia el almuerzo causando malas digestiones e incluso atragantamientos indeseables. Es mejor el aperitivo en días de lluvia que en días de sol, mejor en otoño e invierno que en primavera y verano, mejor con frío que con calor. Hay días para pasear y días para comer.

Así que tras un buen paseo que abra el apetito, si el día lo permite, prepararé el aperitivo con un poquito de paté de cerdo ibérico y unos blinis, unas rodajitas de salchichón de payés artesanal catalán, unos mejillones gallegos escabechados bien hermosos, unas aceitunas maceradas y un poquito del excepcional (excepcional, repito) chorizo de Joselito, además, claro está, de unos taquitos de queso manchego que nunca ha de faltar en mi casa; si además se pudiera probar un lomo frito adobado y conservado en aceite habría que dar gracias al cielo. Preparadlo de manera voluptuosa, que se coma con la vista y no le deje opción a aquel que se acerque.

Está claro que es imprescindible el pan recién hecho, dejad que el aroma a levadura y harina cocida inunde vuestra casa, dejad que vuestra familia recuerde ese olor. Se monta en mi casa en la cocina, a la manera de la barra del bar este pequeño festín, el prólogo de la pitanza, que a su vez es el prólogo de la sobremesa, el de la interminable tarde del domingo, por más que siempre acabe terminando, por más que gane el Madrid y uno se vaya contento a la cama, o pierda y abomine el maldito lunes que está por llegar y que ya no se demora más.

Para que el deleite sea completo, sólo hace falta tirar bien la cerveza, servir el vermouth rojo o blanco con gusto, con una rodaja de limón y mucho hielo, abrir un buen vino, mejor blanco que tinto, mejor espumoso que tranquilo, o por qué no, preparar un dry martini para los más atrevidos. Y todo eso en casa, con tu familia y amigos, en tu rincón favorito y disfrutando de una buena charla, sin necesidad de dar codazos para proteger tu espacio vital. A ser posible, al aroma de los pucheros, que han de hacer protestar a nuestro estómago.

Si en la vida hay corazas que protegen tu felicidad, el aperitivo del domingo, es una de las mías.

Nota: Este es mi bar favorito para tomar el vermut, Holden.

25 comentarios:

angel dijo...

Cada vez me identifico más contigo...

Ese paseo de mañana dominical, volviendo a casa con los brazos cargados con los periódicos, el pan reciente, las flores y, en algunos casos, con un postre de esos que apetecen de forma especial (p.e. una tarta de la pastelería Filipinas en Juan Ramón Jiménez o unos pastelitos de Embassy).

Al llegar, el rito sagrado de la preparación del aperitivo: un vermouth para unos (¿o debería decir "vermú"?), puede ser seco o con un chorrito de seltz, para otros una copa de vino (estoy de acuerdo contigo, blanco y, si es posible, espumoso), también hay quién prefiere una copa de fino o una cerveza. Para acompañar, puede haber un paté de aceitunas y, desde luego, no pueden falta los berberechos ni los mejillones en escabeche (estos últimos, por supuesto con patatas fritas).

En fin, voy a dejarlo porque, de repente, me han entrado unas ganas locas de tomarme una cerveza bien tirada acompañada por unas patatas fritas así es que me voy a Santa Bárbara a pesar de lo extraño de la hora ;-)

Anónimo dijo...

Ligasalsas, durante muchos años el aperitivo de los domingos pasaba por La Cruz Blanca: caña de rubia y patatas fritas, las gambas del Alarcia y luego continuar por bares de los alrededores de la calle Lope de Rueda. Ahora comparto tu gusto por el aperitivo en casa Me gustan los mejillones con patatas fritas y las berenjenas de Almagro. Las aceitunas gordales y las de Campo Real. Los embutidos catalanes (hace tiempo que no me paso por la Garriga) acompañados por rebanadas de pan con aceite, tomate y ajo.

P.D. Me he hecho un lío y he colgado el comentario del post anterior. Lo repito aquí que es donde procede.

Carlos dijo...

Emiliano, bienvenido, comparto contigo y con Angel el gusto por las patatas fritas con los mejillones en vinagre, es algo que también me sucede con la combinación del queso de oveja y el chorizo. Supongo que esas cosas se graban en el cerebro a temprana edad y se disfrutan para toda la vida.

El aperitivo es un gran invento.

Anónimo dijo...

Las patatas fritas con mejillones o con anchoas si son para mí un sabor de toda la vida. De adolescente las tomábamos con vino con limón que así llamaban en Cebreros al vino con gaseosa y que se consideraba una bebida propia de crios (que brutos eramos) y que convivía con el vino con gas (con sifón) más apropiado éste para paladares adulto. Ni una cosa ni otra me gustan ahora, en realidad creo que no me han gustado nunca.

Carlos dijo...

La primera conciencia que tengo de un aperitivo con alcohol, fue en Motilla del Palancar, bígaros y quinto de mahou. Era estupendo, de aquella época recuerdo mi primer contacto con el marisco (tenía familia con pescadería) y las estratosféricas perdices en escabeche, ni que decir tiene que rojas, con perdigón y bien prietas.

El vino con sifón era la opción en mi casa, ¡anda que no habré ido veces a por soda!. Pero ese ni catarlo, era demasiado pequeño.

Anónimo dijo...

Angel, a mí de Embassy lo que siempre me ha encantado han sido las pastas de té glaseadas, esas de color rosa y blanco. Ya sé que no sirven como aperitivo pero están muy ricas y las siguen teniendo. No conozco la pasteleria de Juan Ramón Jiménez,pero paso pr allí siempre que voy al fútbol ¿te acuerdas del número?

Carlos dijo...

En Embassy era relativamente fácil ver a Ansón. Al hermano al que no le gusta comer, me refiero.

Por cierto, en el tema de mis conservas favoritas, coincido en que las de berberechos son fantásticas. No les acabo de coger el punto a las almejas, al igual que en el berberecho me bebo hasta el caldito, con las almejas el tema me parece un desperdicio.

Anónimo dijo...

El pasado domingo, entre el cambio de hora y que me da igual a la hora que me acueste, que siempre me levanto a la misma hora, fue de esos domingos esplendorosos de cocina y vida. Paseíto por las zonas de la movida para ver borrachines y rememorar viejos tiempos (siempre encuentras algún amigo suertudo que sigue soltero), churritos, periódicos, garguillou, carrilleras de ternera y para el aperitivo riñoncitos y mollejitas de lechal y unas sardinitas marinadas con su correspondiente botellita de Rueda. Sobremesa con amigos, el siempre fiel "Juanito Caminante" y encima va el Atleti y gana. Para rematar me fui a la cama sin necesidad de dormidinas. Decididamente esto es lo que algunos llaman FELICIDAD, no?.

Carlos dijo...

Tú lo has dicho Ose, vida en estado puro.

Anónimo dijo...

Qué bueno, ligasalsas. Yo, desde que tuve novia formal y después mujer formal, apenas salgo los fines de semana por la noche. Lo que hago es irme de aperitivo bien tempranillo para rematar a las nueve de la noche con la cena. Y aunque los aperitivos en casa tienen su encanto, salir a comer de tapas tiene el suyo. Caballitos, calamares a la plancha, atún en escabeche, hueva de atún con almendras, pulpo, berberechos a la plancha, quisquilla y rabo de toro o atún a la plancha para rematar. Mucha cerveza, un par de martinis y mar de frade suele ser la elección. Despues un carajillo 'quemao' y un gin tonic. Eso suele ser mi aperitivo.

Anónimo dijo...

Y yo que pensaba que mis mezclas de langostinos de Ibarra con cortezas eran raritas, menudas mezclas hacemos todos, consuela saber que no soy el unico que prueba combinaciones para ver que tal salen, sin prejuicios.

Hay que ver Ligasalsas como mejora tu blog dia a dia, ¿porque tardaste tanto en empezar? mi más sincera enhorabuena. Cada vez que te leo me dan ganas de ponerme yo con uno, con mis modestos conocimientos.

Carlos dijo...

Sergio, ¿un carajillo quemao? Cómo te castigas :).

Ramontxu, lo que a uno le gusta, nunca es raro. Lo cierto es que el blog me daba mucha pereza, me supone mucho esfuerzo ponerme delante del ordenador y escribir algo mínimamente decente, eso sí, da muchas satisfacciones. Yo creo que todos sabemos un poco de cada cosa y es compartiendo como el tema va creciendo -sólo hay que ver el nivel que se maneja por aquí-, es la gracia de los blogs. Gracias por tus ánimos.

Anónimo dijo...

A diferencia de lo que parece, el carajillo quemao es más suave y dulce que el carajillo normal, ya que se calienta y se quema el alcohol. La verdad es que un buen carajillo quemao puede decantar lo buena o mala que haya sido una comida.

matematicas paladar y fogones dijo...

Hola ligasalsas:

A mi si que me gustan los aperitivos en casa y sobre todo a las 19.00 horas de la tarde.
Tenemos varios hijos(3) y normalmente organizamos por constumbre un "piscolabis", tal y como nosotros lo llamamos que consiste en Pepsi light sin cafeína para niños y un buen rivera de duero o rioja.
Alrededor de esto casi siempre un variado de quesos: idiazabal, emental suizo, curado de oveja puro, san simón... también un buen serrano ibérico; casisiempre 5 jotas, unas lonchas de lomo ibérico y foie casero(mit-cuit), que elaboro yo misma.

Lo acompañamos con un variado de panes tostados y todos alrededor de la mesa del salon, mis hijos sentados en el suelo casi siempre, nos preparamos para degustar ese "piscolabis", tan tradicional en nuestra casa.

No lo cambiaría por nada en el mundo.
El problema es que es un aperitivo- cena, que incluso practicamos durante la semana, en vez de salir a tomar un vino(normalmente medicocre y que lleva abierto varias horas).

Por tanto, sigue así, me gusta como piensas.

Enhorabuena por nuestros aperitivos("piscolabis") caseros.

Anónimo dijo...

Ligasalsas:

Enhorabuena por tu post. Me parece que un blog no es mejor por dar cien mil datos o cifras, sino por la capacidad que tiene por tocar las fibras sensibles de los que lo leemos. En realidad el objeto del blog es, o debería ser, compartir experiencias, vivencias. Hablamos en general de la gastronomía y decimos de ella que debe sorprendernos, emocionarnos; no es suficiente la técnica sin la pasión. Pues, ligasalsas, eso consigues tú con tus posts: despertar recuerdos, no nostalgia barata; emociones que tocan lo intangible. Vamos, como diría, Dashiell Hammett: “…la matería de la que están hechos los sueños”

Felicidades.

Carlos dijo...

Holden, gracias mil. Intento hacer mía la frase de Martín Ferrand, en la que decía que quería coser la gastronomía con la historia.

Yo intento bridar la gastronomía a la vida. Y como pasa con los últimos comentarios tuyos, de Emiliano, Ose, Angel, Suquet,Eldiletante, Yerga y el resto de la gente, cuando añadís un pespunte, todo se multiplica.

Anónimo dijo...

muy bueno lo del aperitivo, me ha recordado los aperitivos en las Bravas del callejon ò en la calle de la victoria.
saludos

Anónimo dijo...

¿Habéis probado los mejillones con queso filadelfia? Ahí va la receta: una lata de mejillones en escabeche, una tarrina de queso filadelfia, se pasa por la minipimer y ya está. Se puede comer con bastoncitos de zanahoria o con patatas fritas.

Una mezcla que me gusta: aceitunas manzanilla fina con almendras tostadas y peladas.

¿Que tal Holden, ¿ya te has despertado? A nosotros es que nos hablan de comer y ya nos han tocado las fibras sensibles.

angel dijo...

Emiliano,
perdona el retraso en contestarte pero he estado fuera de circulación un par de días. No sé exactamente el número de Juan Ramón Jiménez en el que se encuentra Filipinas, pero está arriba del todo, en la acera de la izquierda subiendo desde Carlos Maurrás hacia Félix Boix.

Lo de las pastas de Embassy lo había dejado para el día que Ligasalsas nos hable de las meriendas de invierno ;-)pero desde luego, son de lo mejor que se puede encontrar.

Anónimo dijo...

Emiliano:

Efectivamente, Emiliano, ya estamos de pie a este lado del Atlántico, aunque con un poco de cruda, como dicen por aquí, tras las celebraciones de ayer.

Y hoy, he quedado con Mole Negro para abrir unas botellitas de vino. Espero que no sean muchas, aunque mañana sea fiesta y no haya que trabajar. No sabéis la envidia que dáis cuando nos contáis vuestras aventuras gastrnómicas, sobre todo las más sencillas, como tomar el café en el bar de la esquina o unas cañitas con gambas.

Nada de eso existe por aquí (que no se me enfade Mole). Para empezar no hay ni bares ni cafeterías. Y algo para alucinar: en casi ningún sitio tienen cerveza de barril, sólo en botella.


Tienes razón cuando hablas de la relación entre la comida y las fibras sensibles, a través de los recuerdos difuminados en nuestra memoria con el paso del tiempo, aún más con el blog de nuestro querido Ligasalsas y sus ejercicios "retro" (con perdón), dándonos unos paseos "down memory lane" que dirían los Beatles.

Voy a ver qué tal salen esos mejillones con queso. Se me ocurre intentarlo con algún queso de cabra francés suavecito. Un cruce hispano gabacho.

Carlos dijo...

Mis saludos a D. Mole, Holden. Conocido riojista y del Athletic de Bilbao, además de buen vocalista en sus tiempos mozos.

Aquí estamos preparando el día de los difuntos -gastronómicamente hablando.

Anónimo dijo...

De tu parte Ligasalsas.

Aquí lo que tenemos hoy es el Haloween. A muchos mexicanos no les gusta que celebre, pues lo consideran una fiesta "extranjera".

Lo mejor es que los puestos de comida se llenan de una variedad sorprendente de calabazas, con las que se hacen una sopas excelentes y muy variadas. Mi último pinito: "capuchino" de calabaza con espuma de apio y leche de coco.

Carlos dijo...

Aquí también tenemos ya Haloween... y sólo Haloween. Mañana publicaré algo sobre esto.

Anónimo dijo...

Muchas gracias,Angel. A los golosos nos encanta que nos recomienden buens pastelerias.

Toda la tarde sonando el timbre de la puerta: truco o trato. He comprado dos kilos de caramelos y creo que me voy a quedar corto. Espero a tu comentario de mañana.

Holden ya nos contarás. Dile a Mole que te cante algo.

angel dijo...

Emiliano
de nada. Estoy seguro que Filipinas te gustará, por cierto, enhorabuena a todos los madridistas por la victoria sobre el Valencia (para que luego digan que los atléticos somos antimadridistas).
Holden
lamento infinito que te tengas que conformar con sopa de calabaza aunque suena francamente bien lo del "capuchino" con la espuma de apio. Me temo que nosotros en estos momentos estamos pensando más en el cabello de angel que rellenará parte de los buñuelos que habrá que tomar con motivo del día de todos los santos.
Te prometo que mañana guardaré un momento de recogimiento en honor a Mole y a tí mismo en vuestra calidad de ausentes distinguidos mientras me tome los buñuelos antes mencionados.