21/7/07

Faro Norte

Hace tres años iba yo silbando ajeno a preocupaciones algunas, por el complicado entramado de calles de la zona industrial de San Sebastián de los Reyes, vagabundeando por los alrededores de Antena 3, buscando el mítico restaurante "El Sumiller". Luis Miguel Martín dueño de El Sumiller, había construido un restaurante precioso, con una bodega cilíndrica rodeando la sala y una carta de vinos de bandera, una referencia para el mundo enológico en Madrid. Fue además el primer restaurante que intentaba cocina sofisticada en la zona.

Cuando llegué, me encontré a Jesús Alcalá, dueño del Faro Norte que ante mis dudas sobre si era El Sumiller a lo que habíamos llegado -tenía pinta de que no- me confirmó que era "El Sumiller mejorado", vamos que no era El Sumiller. A Jesús lo conocía por haber sido el jefe de cocina del Gaztelupe situado en el mismo barrio, también había trabajado en el Goizeko, así que se trata de un producto de la cantera del empresario-cocinero Jesús Santos. Junto con Oscar Lurueña, jefe de cocina del Faro Norte habían emprendido una nueva aventura empresarial muy arriesgada por su situación y propuesta, zona copada por restaurantes gallegos infames y populares, la peor combinación con la que competir. Así que con reticencia y curiosidad empezamos nuestra relación artístico-gastronómica-enológica.

Aprovechando las suaves temperaturas de este julio madrileño, me acerqué de nuevo a la coqueta terraza que el restaurante ha montado bordeando la calle, aislada del árido entorno industrial de la zona, de la calle y del calor. O eso quiero pensar yo cuando entro. La cocina del restaurante ha sido durante los últimos tres años sólida y regular, el servicio quizá no tanto, pasando por mejores y peores épocas. Normal porque es el talón de aquiles de los restaurantes hoy en día, un sector el del servicio de sala que se siente mal tratado, mal pagado con horarios desproporcionados, todo ello acaba en una rotación laboral espeluznante.

Y como quería algo ligero, tras comernos las sabrosas croquetas que nos pusieron como aperitivo, pedimos de entrada media de verdinas con centollo y media de ensalada de perdiz con asadillo de pimientos -uno de los aciertos del restaurante, ofrecer medias raciones. Qué decir de las verdinas con centollo, yo jamás las había comido tan bien hechas, con una sabrosa bullabesa como caldo y un centollo abundante presentado como una pelota al fondo del plato. Un plato redondo, rico y contundente, la media ración abundante, si impartieran cursos de cocina iría sólo para aprender a hacer este plato.

Bien aunque un escalón por debajo el asadillo de pimientos con perdiz. Adornaban la ensalada unas virutas de queso manchego, curiosa la combinación de las láminas de ajo confitado, el queso y los pimientos, bocado exquisito. Pierde protagonismo en la ensalada la perdiz, quizá no de tanta calidad el pájaro como el resto de lo que se puso en la mesa.

De segundo un pichón de navaz en dos cocciones con su salsa ligada. Buen producto este pichón, ricas las pechugas, rojas y sabrosas, un poquito peor los muslos, que habían sido primero confitados y luego pasados por la plancha, un ligero exceso de ésta les dejaba una textura excesivamente crujiente, lo acompañaban unas patatitas confitadas con ajo, delicia de plato. La salsa de mojar pan y no parar, o sí porque tampoco había tanta, ya veis la foto.

Enorme ración de albóndigas con patatas fritas, jugosas y abundantes (8 piezas), buena y contundente salsa de tomate. De postre una tarta fina de manzana con un poquito de crema pastelera y helado de vainilla -casero juraría-, nada excepcional, fácil hacerla en casa con un poco de hojaldre, hija de la legendaria tarta de manzana con helado de maíz del Dantxari, muy abundante otra vez.

Como queda claro, a mí me gusta mucho el Faro Norte, creo sinceramente que su único problema está en lo estática que es la carta, poquísimas variaciones y poca estacionalidad -aparte de algún que otro plato fuera de carta-. De su primera época donde la carta era una montaña rusa que cambiaba de semana en semana queda poco. La sensación que saco siempre que voy es la de un alumno muy bueno que resuelve el mismo problema todos los días y lo borda. Fantástica ejecución de todos y cada uno de los platos, milimétrica, orfebrería de calidad; para aquellos que lo conozcáis es algo así como una versión 2.0 del madrileño Dantxari de Plaza de España.

Buen servicio, preciosa carta de vinos -Jesús es un enamorado de los vinos, le gustan casi tanto como a mí- en la que yo echo en falta alguna referencia extranjera de calidad, no necesariamente a precios estratosféricos. Hoy por hoy el mejor restaurante con muchos cuerpos de diferencia del norte de Madrid y en primera línea de esos restaurantes a-menos-de-60-euros-por-cabeza. Cincuenta euros por persona con un Guitián sobre lías como vino habiendo comido lo aquí descrito.

Puntuación: 7,5
Emoción: 7,5

San Sebastián de los Reyes 28700 , Madrid
Lanzarote, 1
Telefono: 916639957

6 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo contigo, es una oasis entre tanta industria, de lo mejorcito.
Ya que hablas de gallegos por allí, hay uno que se publicita mucho en las revistas de la zona con foto del patrón incorporada que es realmente patético (él y su cocina).

Carlos dijo...

En esta zona siempre hubo mucho restaurante y poco restaurante bueno. La cada O'cachelo, O'recanto no vale demasiado, lo curioso es que cuando empezó allá por los primeros 80 dice la leyenda que O'cachelo era estupendo. Ahora es un desastre.

Pero en fin, a los habitantes de Alcobendas y Sanse nos da una opción, porque lo del Gaztelupe también es de mirárselo.

Anónimo dijo...

Si FARO NORTE estuviera en Madrid, ocuparía un puesto entre los 10 mejores. Todo un lujo para la zona en la que se encuentra y más que digno sucesor de el Sumiller.

Carlos dijo...

Pues sí Bibendum, más o menos así. El caso es que en Madrid capital nos estamos acostumbrando a muy poca cosa.

Además la crítica gastronómica está centradísima en Madrid, apenas hay referencias a la periferia.

Martin Gallego dijo...

Magnífico blog! Ya me iré pasando por aquí, con tu permiso. El café lo pago yo, eh!

Carlos dijo...

Gracias Martín, mañana lo más bonito de la página lo pones tú.