12/9/07

Conservas Casa Eladio

Eladio Escobar regentaba un restaurante famoso por su morteruelo; uno de los mejores de Cuenca. Eladio decidió vender el restaurante -actual Banzo- y dedicarse a la ardua tarea de la factura de platos típicos de Cuenca en conserva. Gazpachos del pastor, morteruelo, ajo arriero y estofado de ciervo están entre su oferta actual.

El mercado está sorprendentemente virgen de productos típicos de la zona. Exceptuando el fallido intento de La Ponderosa por envasar un buen morteruelo y los escabeches de fácil conservación, es difícil encontrar conservas de calidad con platos típicos de Cuenca o alrededores.

Así que uno, en su afán de evangelización de la gastronomía conquense, tuvo que sacrificarse y probar los cuatro productos en una cata realmente contundente. Antes de entrar en detalle hay que señalar que se usan ingredientes naturales, no hay conservantes según el envase, detallándose eso sí, que han sido sometidos a un proceso de pasteurización. Han de conservarse entre cero y tres grados y las fechas de caducidad en ningún caso sobrepasan los dos meses; cabría hablar de semi-conservas pues.

El morteruelo es tan bueno como uno esperaría de Eladio. Es una receta tan diferente de una casa a otra, que no es fácil encontrar un término medio, que es lo que ha encontrado Eladio. Con sabor a caza, es más cremoso y se nota menos la perdiz y la liebre de lo que es mi gusto. Si se pone en casa con unos piñones dorados encima está de bandera. Magro, codillo, panceta, hígado y manteca de cerdo, liebre, perdiz, conejo, tienen la culpa de este pequeño cuarto de kilo milagroso.

No está tan conseguido el gazpacho del pastor, aunque la base es la misma que la del morteruelo, exceptuando el hígado y la manteca de cerdo, en mi opinión el pan ácimo -pan sin levadura- resiste peor la conservación. Aún así muy rico, sobre todo si no has probado uno recién hecho.

Es tremendo el estofado de ciervo, una bomba. No es lo que se dice un plato delicado, pero un servidor no dejó ni una gotita del estupendo ragú que acompaña la carne. Tacos de ciervo, cebolla, zanahoria, vino blanco, especias aromáticas y aceite de oliva. Aquí tiene usted un rendido admirador y un cliente mientras usted quiera D. Eladio

Más basto el ajo arriero, en los últimos tiempos se tiende a aligerar la receta incluyendo más patata que bacalao y ajo. Pues bien, aquí de esto, nada de nada, al modo más clásico y al que probablemente más gusta en Cuenca. Demasiado fuerte para mí y más teniendo en cuenta que no me gusta demasiado el bacalao. Recomendado para fans del bacalao.

Están disponibles en el Eroski de Cuenca que está en la salida de la Carretera de Valencia al módico precio de 3 euros y pico el morteruelo, los gazpachos o el ajo arriero y a unos 10 euros el estofado de ciervo. Como no voy a Cuenca todos los días, llamé al teléfono que aparece en las cajas y una amable señorita me confirmo que no, que no hay distribución en Madrid -están en ello- pero se ofreció a enviarme una caja con lo que yo pidiera. Por si os apetece os lo paso : 969 22 81 44, espero que os pueda ayudar si os decidís.

Me alegran sobremanera estas iniciativas en Cuenca, exportar con un producto de semejante calidad no puede ser difícil y sobre todo, me permite ofrecer a mis amigos lo mejor de mi zona con muy poco esfuerzo y con garantías.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena idea esta promocionar los “patés” españoles, porque son interesantísimos.
No sé porqué no te había reseñado entre mis blogs recomendados, pero ya estás en http://www.enciclopediadegastronomia.es/enlaces/blogs-de-cocina-y-gastronomia/index.html
Menudo tejemaneje montasteis con el artículo de Pedro Martino, pero alguien debería decirle al analfabeto de Marquitos que “inverve” se escribe con “b” de burro, las dos, o sea: imberbe (han debido llamárselo tantas veces que ni se ha molestado en aprender su ortografía) y ya de paso, que ponga alguna que otra coma.
Pepe Iglesias

Carlos dijo...

Pepe, gracias mil.

Ese paté está de vicio, merece la pena promocionarlo, no me juego el nick por algo que no esté realmente bien -o al menos que yo piense que lo está-.

Marcos tuvo un muy mal día, qué le vamos a hacer. Ya lo siento, porque su blog promete y tengo cierta mala conciencia, sobre todo por Martino; es un crack.

Anónimo dijo...

Lo mejor de Cuenca fue eladio, ahora no hay sitio donde comer un morteruelo o un cordero asi

Toni dijo...

Que buena pinta tiene todo. Lástima que haya que conservarlos en frío, sino mañana mismo que paso por Cuenca me los llevaba.:-(

Por cierto que vaya lío con el Figón del Huecar. En las guías principales pone que ahora se llama Figón de Pedro, pero al llamar para reservar me dicen que sigue siendo el Figón del Huecar. Un poco liante el asunto.

Toni dijo...

Cené este fin de semana en el Figón del Huecar. Fuimos a lo seguro. Queso manchego de entrada, aunque por el nombre "texturas de queso manchego" esperábamos algo moderno, chuletillas de cordero y el lomo de venado rustido. Estuvo bien. Los postres olvidables. Muy cutre el apertivo de la casa: 2 mini tostas con foie gras de lata untado. Y las copas, vajillas y cubertería impropias de un sitio de una supuesta categoría.
También estuvimos ayer en el Mesón Casas Colgadas. Pedimos el menú degustación manchego, el cual no estuvo mal, pero comiendo casi lo mismo nos gustó más el de Casa Marlo hace 3 años.

Carlos dijo...

Toni, en el mesón del Huécar, como ya conté mi experiencia en agosto fue bastante peor que la tuya. El aperitivo de paté con tostaditas es im-pre-sen-ta-ble.

Las Casas Colgadas fluctúa pero siempre se come bien y el lugar merece la pena.

Mercedes Torres -la dueña de ambos- tiene trabajo.